17 jun 2008
El anacronismo de la selectividad
JOSÉ IGNACIO ARMENTIA
Al igual que las hogueras de San Juan y el solsticio de verano, ese dinosaurio académico denominado selectividad se ha convertido en un visitante asiduo de los meses de junio, para temor de los estudiantes e inquietud de sus padres. En una época en que se nos habla del Proceso de Bolonia, de pasar de la enseñanza al aprendizaje y de la adquisición de competencias mediante tareas cooperativas, llama la atención la perdurabilidad de este examen que nos retrotrae al antiguo Preu y sus reválidas. Y es que la selectividad ha sobrevivido a todo: al antiguo Bachillerato, al BUP, a la ESO, a las reformas educativas, a la Transición, al primer PSOE, al PP, al segundo PSOE..., y aquí sigue entre nosotros, por más que la ministra Cabrera haya anunciado su reforma para el 2010.
(..)Lo peor de todo es que algunas asignaturas de bachillerato parecen más enfocadas a la simple superación de esta prueba que a la verdadera formación de los alumnos. El sistema de opciones excluyentes ligadas a periodos cronológicos concretos en Historia, o de parejas de autores en Filosofía hace que en, en la práctica, sea suficiente con preparar a fondo la mitad del temario para afrontar la Selectividad con plenas garantías.
La prueba parece más cercana a 'El Florido Pensil' que a un proceso de renovación pedagógica.
Así era hace 15 años cuando dejé la "tiza", ni "aprendizaje significativo", ni "competencias", ni creatividad, ni na de na, el mismo examen siempre.Y ahora con errores, inaudito. Y no pasa nada. Casi tod@s aprueban y l@s clasifican para la Universidad. La selección ya está hecha en el Bachillerato.
El 96% de los alumnos ha aprobado la selectividad
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