Marsé sabe lo que dice, pero los americanos ya tienen la respuesta. Tanto en Strangers When We Meet (1960),que proyectó la 2 este sábado con Kim Novak y Kirk Douglas como en una nueva versión actualizada "Juegos Secretos" con Kate Wisley y Patric Wilson se encuentra una de las respuestas. Pero él sabe que la pasión es el secreto de la vida.
Despues de leer lo que se trae entre manos no es para menos.
La verdadera historia del nacimiento de Marsé.
Hablando de la identidad surgió una sorpresa. Marsé tenía una idea de sus orígenes, como niño adoptado, y ahora ha sabido que esa historia fue muy distinta. Así lo cuenta el escritor."Eso de poner tanto énfasis en las señas de identidad de uno... Fíjate la experiencia que acabo de vivir, por si aún me quedaba alguna duda con respecto a esa dichosa identidad. Tiene que ver con mi origen, con mi nacimiento, en el terreno más próximo, que es el de mi familia. Porque hasta hoy he estado manejando una versión de mi nacimiento y de mi adopción, y ahora resulta que parece completamente falsa. Lo que yo contaba y tenía por veraz era como una novela de Dickens: que mi madre biológica murió al nacer; entonces, a los pocos días, en una clínica de Barcelona, una mujer perdió a su hijo, y además el médico le dice que ya no podrá tener más. Sale llorando del hospital, toma un taxi, y éste lo conduce mi padre biológico, que era taxista. Escucha que la mujer llora y oye la historia. 'Ah, usted ha perdido a su hijo', le dice. 'Pues a mí me ha pasado que ha nacido mi hijo y ha muerto su madre. Y no sé qué hacer con el bebé'. Y el taxista, mi padre biológico, desvía el trayecto y lleva a esta mujer a ver a su bebé; es decir, yo. Ésta es la historia que me contó mi madre adoptiva. Ella me cogió en brazos; mi padre le dijo que se quedara conmigo, que ya se ocuparían de los trámites más adelante. Y ahora mi hermana Regina, que nació después que yo, porque los médicos se equivocaron, dice que esta historia no se corresponde con la realidad.Según mi hermana, aquel primer hijo que perdió nuestra madre no lo perdió en Barcelona, sino en un pueblo de Tarragona, Sant Jaume dels Domenys, y está enterrado allí. Y me pregunta: 'Cuando ibas a jugar al cementerio, ¿no sabías que ese niño muerto era tu hermano?'. No, no sabía nada. 'Y nuestros padres, además, no vivían todavía en Barcelona, se instalaron aquí más tarde. Así que eso del taxista es mentira. No es cierto que el primer hijo de nuestra madre naciera en Barcelona, ni que ella saliera de la clínica llorando y cogiera un taxi. Ocurrió que nuestro padre, viendo que madre estaba en el pueblo muy deprimida por haber perdido a su bebé, vino a Barcelona y conoció a un señor que acababa de perder a su mujer de una complicación posparto, dejándole un niño y una niña de cinco años'.La historia que yo creía cierta es falsa. Estoy trabajando en una novela que indirectamente trata de esto, y tengo que investigar. Casi nadie queda vivo de los que pueden corroborar esta historia. Sólo mi prima Rosita, que tiene ochenta y tantos años. O sea, que ahora no tengo nada claro ni cómo llegué a este culo del mundo que era España en los años treinta.Ahora me tengo que recuperar de lo que me han contado. Una historia inventada por mi madre adoptiva".
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