Magnitud de la segregación escolar por nivel socioeconómico en España y sus Comunidades Autónomas y comparación con los países de la Unión Europea
El estudio «Magnitud de la segregación escolar por nivel socioeconómico en España y sus Comunidades Autónomas y comparación con los países de la Unión Europea», elaborado por F. Javier Murillo y Cynthia Martínez-Garrido y que ha sido publicado en la Revista Sociología de la Educación RASE de la Universidad de Valencia.
La segregación escolar es un poderoso mecanismo para impedir la igualdad de oportunidades real entre todos los estudiantes; así como el mejor medio para fomentar la segregación y las desigualdades sociales.
Cierto es que una gran parte de la segregación escolar es consecuencia directa de la segregación residencial; mal que afecta a prácticamente todas las ciudades de España. Pero no lo es menos que la se- gregación escolar es un claro producto de las medidas políticas tomadas al respecto; medidas que pueden favorecer la segregación o impedirla.
Los datos de España así lo ratifican. Es hora de empezar a pensar qué sistema educativo queremos, porque en la medida que éste sea más o menos segregado, así será la sociedad que construyamos para el futuro.
El estudio «Magnitud de la segregación escolar por nivel socioeconómico en España y sus Comunidades Autónomas y comparación con los países de la Unión Europea», elaborado por F. Javier Murillo y Cynthia Martínez-Garrido y que ha sido publicado en la Revista Sociología de la Educación RASE de la Universidad de Valencia.
La segregación escolar es un poderoso mecanismo para impedir la igualdad de oportunidades real entre todos los estudiantes; así como el mejor medio para fomentar la segregación y las desigualdades sociales.
Cierto es que una gran parte de la segregación escolar es consecuencia directa de la segregación residencial; mal que afecta a prácticamente todas las ciudades de España. Pero no lo es menos que la se- gregación escolar es un claro producto de las medidas políticas tomadas al respecto; medidas que pueden favorecer la segregación o impedirla.
Los datos de España así lo ratifican. Es hora de empezar a pensar qué sistema educativo queremos, porque en la medida que éste sea más o menos segregado, así será la sociedad que construyamos para el futuro.
La magnitud de la segregación escolar medida a través del índice de Gorard es de 0,38 (segregación en su
dimensión de uniformidad), y de 0,32 medido por el índice de Aislamiento (segregación en la dimensión
de exposición).
Ello significa, por una parte, que el 38 % de los estudiantes debería cambiarse de escuela para lograr un reparto igual a la presencia de los estudiantes de su grupo en la población total.
Por otra, que la probabilidad de que un estudiante se encuentre en su escuela con otro estudiante de su mismo grupo es del 32%.
Estas cifran, sin embargo, cobran toda su magnitud cuando se enfocan desde dos perspectivas. La primera, se ha encontrado que España es uno de los países con el sistema educativo más segregado de toda la Unión Europea, y muy alejado de los países de su entorno más cercano. Además, si se estima de forma independiente la segregación escolar en cada una de las 17 Comunidades Autónomas, se encuentran magnitudes de la segregación muy dispares.
Esa gran variabilidad en la segregación escolar entre las diferentes Comunidades se muestra con clari- dad cuando se compara con los países de la Unión Europea (gráfico 4). Así se encuentran, por una parte, Comunidades como Illes Balears o Galicia con una muy baja segregación, justo entre Suecia y Finlandia, los países con menor segregación de Europa y, con ello, del mundo; y, por otra, a la Comunidad de Madrid, con una segregación altísima, entre Hungría y Rumania, los dos países con más segregación de la Unión Europea.
Ello significa, por una parte, que el 38 % de los estudiantes debería cambiarse de escuela para lograr un reparto igual a la presencia de los estudiantes de su grupo en la población total.
Por otra, que la probabilidad de que un estudiante se encuentre en su escuela con otro estudiante de su mismo grupo es del 32%.
Estas cifran, sin embargo, cobran toda su magnitud cuando se enfocan desde dos perspectivas. La primera, se ha encontrado que España es uno de los países con el sistema educativo más segregado de toda la Unión Europea, y muy alejado de los países de su entorno más cercano. Además, si se estima de forma independiente la segregación escolar en cada una de las 17 Comunidades Autónomas, se encuentran magnitudes de la segregación muy dispares.
Esa gran variabilidad en la segregación escolar entre las diferentes Comunidades se muestra con clari- dad cuando se compara con los países de la Unión Europea (gráfico 4). Así se encuentran, por una parte, Comunidades como Illes Balears o Galicia con una muy baja segregación, justo entre Suecia y Finlandia, los países con menor segregación de Europa y, con ello, del mundo; y, por otra, a la Comunidad de Madrid, con una segregación altísima, entre Hungría y Rumania, los dos países con más segregación de la Unión Europea.
Se muestran los índices de Gorard
(segregación en su dimensión de uniformidad) y de Aislamiento (dimensión de exposición). Allí se
encuentran tres grupos de comunidades según su segregación promedio:
-
Comunidades con una segregación escolar por nivel socioeconómico baja (menor o igual a 0,30
según el índice de Gorard y a 0,27 según el de Aislamiento): Illes Balears (0,27 y 0,25), La Rioja
(0,28 y 0,26), Galicia (0,29 y 0,27), Aragón (0,30, 0,26), Castilla y León (0,30 y 0,26), Cantabria
(0,30 y 0,27) y Extremadura (0,30 y 0,27).
-
Comunidades con una segregación media (entre 0,31 y 0,34 según el índice de Gorard, y entre
0,28 y 0,30 según el de Aislamiento): Comunitat Valenciana (0,31 y 0,28), Región de Murcia (0,31
y 0,28), Andalucía (0,32 y 0,29), Comunidad Foral de Navarra (0,33 y 0,28), País Vasco (0,33 y
0,29) y Castilla-La Mancha (0,34 y 0,30).
-
Comunidades con segregación escolar por nivel socioeconómico alta (más de 0,35 en el índice
de Gorard y más de 0,30 en el de Aislamiento): Principado de Asturias (0,35 y 0,31), Cataluña
(0,36 y 0,31), Canarias (0,36 y 0,32) y Comunidad de Madrid (0,41 y 0,33).
Tienen su origen en políticas educativas dirigida a formentar «decididamente la competencia entre centros y la libre elección por parte de familias y estudiantes». Entre ellas citan el establecimiento de un distrito único «por el cual las familias pueden elegir libremente el centro entre todos los de la región, o la publicación de rankings de centros atendiendo a los resultados de pruebas estandarizadas externas en centros de Educación Infantil y Primaria y de Educación Secundaria». También señalan la incidencia en la segregación de alumnos «la discutida política de creación de centros bilingües que está generando que procesos de selección implícitos por los cuales los niños, niñas y adolescentes con más recursos asisten a este tipo de centros, dejando a los que más dificultades tienen fuera de los mismos». Además apuntan que en la capital se ha fomentado más que en otros territorios la escuela privada.
Gran parte de la segregación escolar es consecuencia directa de la segregación residencial; mal que afecta a prácticamente todas las ciudades de España
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