PISA medirá “competencias globales”
- Pablo Zoido confirma el nuevo reto de la OCDE, aunque reconoce que es pronto “para explicar cómo”. Son necesarias 16 habilidades para el siglo XXI, según un nuevo informe del Foro Económico Mundial
En 2014, más de un tercio de las empresas del mundo tuvieron dificultades para cubrir sus puestos vacantes, debido a la escasez de candidatos con competencias clave. Lo mismo demostró, en 24 países, el Programa para la Evaluación Internacional de Competencias de los Adultos (Piaac), que expuso que el 16% de los adultos cuenta con un nivel bajo en Lectura y un 19% en Matemáticas, y solo un 6% es capaz de resolver problemas con destreza en entornos tecnológicos. En ese contexto, esa es una de las principales críticas que en los últimos tiempos se hace a PISA: si medir la competencia lectora, matemática y científica de los niños es suficiente para determinar el éxito educativo.
El nuevo reto de la OCDE es evaluar esas otras habilidades, según anunció el responsable de PISA, Andreas Schleicher, el pasado 15 de marzo en el Global Education and Skills Forum de Dubái. Se trata de “lo que se están llamando competencias globales”, confirma a ESCUELA el analista de la OCDE, Pablo Zoido, “pero todavía no están plenamente definidas y no hay ningún ejemplo concreto sobre cómo se medirán”, matiza. “De momento la definición habla de internacionalidad, interconectividad e interdependencia. De la capacidad de comunicarse, trabajar, interactuar en varios contextos, y de valores como la diversidad, la participación en foros internacionales, y la capacidad de interactuar de forma positiva y efectiva con gente de diferentes culturas en diferentes lugares del mundo”, aclara Zoido, que reconoce que “todavía queda mucho camino por recorrer, pero por aquí es más o menos donde estamos ahora mismo”.
Las 16 habilidades
Según un nuevo estudio del Foro Económico Mundial junto al Boston Consulting Group (BCG), titulado La nueva visión para la educación, liberar el potencial de la tecnología, que también se presentó en el Foro de Dubái, es necesario formar en 16 habilidades para poder desenvolverse en la sociedad global y cambiante del siglo XXI. El informe analiza las habilidades necesarias en 91 países, la brecha existente y el potencial de la tecnología para cerrarla. Una brecha que “no es solo un problema del mundo en desarrollo”, expuso Jiaojiao Li, directora del estudio, durante la presentación del documento a la prensa. También, “encontramos grandes diferencias en el rendimiento entre los países de altos ingresos, por ejemplo, EEUU tiene lagunas en matemáticas y lectura si se compara con sus iguales de alto rendimiento, como Japón, Finlandia o Corea del Sur”, agregó Elizabeth Kaufman del BCG.
El informe del Foro Económico Mundial divide esas 16 habilidades en tres grupos: lo que llama “alfabetización básica”, “competencias” y “cualidades del carácter”. La alfabetización básica son los cimientos. Históricamente, habilidades como comprender textos y saber realizar operaciones matemáticas eran suficientes para acceder al mercado laboral; ahora son solo el punto de partida. Entre ellas se incluyen no solo la alfabetización lingüística o matemáticas, sino las alfabetizaciones tecnológica, financiera, cultural y cívica.
El segundo grupo, el de las “competencias”, se refiere a cómo los estudiantes afrontan retos importantes. Aquí se incluye: el pensamiento crítico, que “es la habilidad de identificar, analizar y evaluar situaciones, ideas e información para formular respuestas a los problemas”, explica el estudio. La “creatividad”, que es “la habilidad de imaginar y concebir nuevas formas innovadoras de afrontar los problemas, responder a las preguntas o readaptar el conocimiento”. Y la “comunicación” y la “colaboración”, que implican el trabajo coordinado con otros.
Y el tercero, el de “las cualidades del carácter”, se refiere a cómo los estudiantes abordan un entorno cambiante. Aquí se incluyen la “persistencia” y “adaptabilidad”, que garantizan una mayor capacidad de recuperación y éxito al afrontar los obstáculos; la “curiosidad” y la “iniciativa”, que sirven como puntos de partida para el descubrimiento de nuevos conceptos e ideas, y el “liderazgo” y la “conciencia social y cultural”.
En total suman 16 competencias claves: 1. Competencia lectora, 2. Matemática, 3. Científica, 4. Tecnológica, 5. Financiera, 6. Cultural y cívica, 7. Resolución de problemas y pensamiento crítico, 8. Creatividad, 9. Comunicación, 10. Colaboración, 11. Curiosidad, 12. Iniciativa, 13. Perseverancia y determinación, 14. Adaptabilidad, 15. Liderazgo y 16. Conciencia social y cultural.
La brecha entre y en los países
El documento evalúa estas habilidades en 91 países y encuentra grandes diferencias “no solo entre los grupos con distintos niveles de ingresos, sino también dentro del mismo grupo y de los propios países”, matiza. Aunque los países de altos ingresos puntúan, de media, por encima de los países de bajos o medios ingresos, hay algunas excepciones como Vietnam, que puntúa a la par que Alemania y por encima de Francia en competencia lectora, y Tanzania que puntúa por encima de Brasil, Malasia, Indonesia y Sudáfrica.
Dentro de los países ricos, Canadá, Finlandia, Japón y Corea del Sur son países sobresalientes en prácticamente todas las áreas. Les siguen la pista Australia y Estonia. Respecto a EEUU, aunque se sitúa en la media de los países de la OCDE en muchas de las habilidades, el informe destaca la gran brecha entre los alumnos ricos y pobres. Por ejemplo, solo el 30% de los estudiantes de bajos ingresos accede a la Universidad comparado con el 80% de los estudiantes de altos ingresos. España no alcanza el 50% en ninguna de las habilidades estudiadas. Donde se muestra peor es en Matemáticas, Tecnología, Pensamiento crítico, Creatividad y curiosidad.
Para lograr estas habilidades el informe recomienda: evaluar y realinear los sistemas y estándares de educación para el desarrollo de habilidades del siglo XXI, desarrollar y promover la experiencia tecnológica entre los docentes, desarrollar herramientas para cubrir las lagunas en la evaluación y formación de estas habilidades, y proporcionar financiación para modelos piloto que propicien el buen uso de la tecnología.
Videotutoriales y otros recursos abiertos
El informe La nueva visión para la educación, liberar el potencial de la tecnología del Foro Económico Mundial, ofrece una serie de recursos con los que dice se pueden mejorar las habilidades necesarias para el siglo XXI:
Contenido personalizado y flexible: como Read 180 (http://www.scholastic.com/read180), con materiales flexibles que sirven de apoyo tanto a docentes como a familias; Dreambox (http://www.dreambox.com), una aplicación que analiza las actividades de Matemáticas de miles de alumnos por minuto; Knewton (http://www.knewton.com), una empresa tecnológica que personaliza los cursos digitales y Smart Sparrow (https://www.smartsparrow.com), un software que permite crear clases flexibles.
Recursos educativos abiertos: plataformas digitales como LearnZillion (https://learnzillion.com), Curriki (http://www.curriki.org), Fishtree (https://www.fishtree.com) y BetterLesson (http://betterlesson.com) que son repositorios gratuitos con gran cantidad de contenido abierto. Y editoriales que están publicando sus propios repositorios como Pearson, McGraw-Hill o Houghton Mifflin.
Herramientas colaborativas: como Google App for education (https://www.google.com/edu), la aplicación educativa de Google, que permite desarrollar documentos colectivos y presentaciones; One Note (http://www.onenote.com), para los apuntes de los alumnos; Ponder (https://www.ponder.co) o incluso Facebook.
Juegos interactivos: como Stmath (http://www.stmath.com), para la comprensión de conceptos matemáticos; ExploreLearning (http://www.explorelearning.com) y MolecularWorkbench (http://mw.concord.org/modeler), para conceptos científicos; GlassLab (https://www.glasslabgames.org), que ha adaptado un popular videojuego (SimCity) a la educación y plataformas como Tynker (https://www.tynker.com).
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