Alberto Vázquez Figueroa habla del problema del agua.
El procedimiento consiste, según explicó Figueroa, en "llevar agua de mar hasta una montaña de unos 500 o 600 metros, para lo cual utilizamos energía eléctrica, pero residual, y la depositamos en una balsa".
Y añadió, "a las pocas horas, cuando la red necesita otra vez mucha energía, dejamos caer esa misma agua por una tubería de la misma altitud que la montaña, lo que equivale a 5 o 6 atmósferas de presión. Esta presión hace que, de forma natural, el 45% del agua se convierta en agua dulce y la restante, el 55 %, salga doblemente salada a casi la misma presión con la que entró. Con esto, producimos electricidad y el agua sale gratis".
24 mar 2008
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