(...) TAMBIÉN hay que replantear seriamente la organización de los centros escolares, y en especial la de los de enseñanza media, que tienen una estructura compartimentada heredada del siglo XIX. Guiarse por currículos rígidos, medirlo todo por horas, usar la edad como criterio básico para agrupar los alumnos, forzar a los profesores a trabajar solos, encajar a la fuerza a determinados alumnos en aulas en las que no pueden desarrollar ningún papel constructivo, etcétera, son causas estructurales del bajo rendimiento e incluso del fracaso escolar. También lo es resistirse a renovar los métodos didácticos y evaluar en base a la capacidad de repetir. La organización actual contiene en su seno el germen del fracaso, y los peor parados son los alumnos que proceden de familias con bajas expectativas sobre los beneficios de la educación.A dinero, liderazgo y organización cabe sumar otros temas clave, como instalaciones y equipamientos, formación del profesorado, soporte y personal auxiliar. Pero esto no basta. Hace falta un hilo conductor que los articule y guíe su desarrollo, y este no puede ser otro que un interés renovado por cada alumno individualmente considerado. (...)
28 dic 2007
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