El último informe PISA pone de manifiesto que los estudiantes de 15 años están por debajo de la media en habilidades para manejarse con eficacia en contenidos digitales.
Los estudiantes españoles de 15 años tienen más dificultades para identificar textos sesgados que las que presentan los alumnos de esa misma edad en la media de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). Así se desprende del informe Lectores del siglo XXI: desarrollando competencias de lectura en un mundo digital, presentado este martes por la OCDE a partir de los resultados del informe PISA 2018 ―que mide el nivel de competencia de los estudiantes de 15 años en matemáticas, ciencias y comprensión lectora―. Mientras el 46% de los estudiantes españoles señaló haber recibido formación en su centro escolar sobre cómo reconocer si la información es o no fiable, en la media de los países de la OCDE ascendió a un 54%. En países como Australia, Canadá, Dinamarca y Estados Unidos, más del 70 % de los adolescentes aseguraron haber recibido dicha formación en sus institutos. En este apartado, España está la trigésimo primera posición de los 37 países de la OCDE.
En España, alrededor del 84% (79% de media en la OCDE) de los estudiantes que asisten a centros escolares desfavorecidos manifestaron tener acceso a internet y un ordenador disponible para las tareas escolares en casa. En los colegios de zonas con rentas más altas, el 95% (94%, en la OCDE) pueden navegar en la red y disponen de un ordenador. En Dinamarca, Islandia y Polonia, más del 95% de los estudiantes de centros desfavorecidos aseguraron disponer de esos recursos. En contraste, este porcentaje es inferior al 20% en países como Indonesia, México, Marruecos, Panamá, Perú, Filipinas o Vietnam.
Comprensión lectora
Otro de los aspectos en el que los alumnos españoles salieron mal parados fue en su destreza para seguir las instrucciones de la prueba PISA de lectura, seleccionando cuidadosamente las páginas web relevantes para las tareas y limitando las visitas a páginas irrelevantes. Solo un 24% de ellos supieron realizar un “buen análisis” de las indicaciones frente a más del 50% de los alumnos en Hong Kong, Corea o Singapur, y al menos el 40% en Canadá, Japón, Macao, Nueva Zelanda, el Reino Unido o Estados Unidos. Estos comportamientos de navegación se correlacionaron fuertemente con el conocimiento de las estrategias de lectura efectivas y el rendimiento en lectura, señalan los autores del informe.
La nota de los españoles en la prueba de lectura global, que se dio a conocer el pasado julio, fue de 477, frente a los 487 de media de la OCDE. En comparación con los estudiantes españoles que “casi nunca” o “nunca” leen libros, los lectores de libros en formato papel obtuvieron 46 puntos (el promedio de la OCDE es 49) más en la prueba general de lectura. Los que combinan la lectura impresa y digital obtuvieron 44 puntos más (37, en la OCDE), y los lectores de libros digitales obtuvieron 26 puntos más (15, en la OCDE).