"El 5G es una gran trampa para espiarnos, nos están engañando a todos"
Marta Peirano es una de las voces más respetadas en nuestro país sobre privacidad y seguridad en internet. Ahora publica el libro "El enemigo conoce el sistema". Hablamos con ella.
Marta Peirano se queda congelada mirando la pantalla apagada de su móvil. Por unos segundos ha entrado como en shock. "Me acabo de dar cuenta que esta mañana quité las pegatinas de las cámaras y no las he vuelto a poner". Peirano, periodista, escritora y una de las voces más respetadas en nuestro país sobre privacidad y seguridad en internet, no da un paso sin las cámaras de su móvil y portátil totalmente cubiertas. No es paranoia ni postureo. 'Hackear' hoy en día el micro o la cámara de un 'smartphone' es cosa de niños. Lo hizo hasta la LaLiga. Para ella, colega de Snowden y una de las mayores críticas del millonario negocio que han montado Facebook, Google o Amazon a costa de nuestros datos, proteger la privacidad es lo último que nos queda. Y ya ni eso. "Con el 5G, despídete".
PREGUNTA. Su definición de internet desasosiega. Asegura que se ha convertido en una herramienta de manipulación de masas. ¿Por qué?
RESPUESTA. Internet está dominado por un modelo económico basado en la extracción de datos para la manipulación de personas con el fin de venderles objetos, servicios, experiencias, candidatos políticos... Y está en manos de cada vez menos empresas que pelean entre ellas a muerte por dominar ese mercado. Los gobiernos de hecho son clientes de esas compañías y usan sus infraestructuras para controlar a la población, producir 'fake news' o perseguir a disidentes.
P. Hay mucha controversia sobre si realmente existe o no la adicción a internet. ¿Cómo puedo saber si estoy enganchado?
R. No creo que exista la adicción a internet sino a las aplicaciones, a WhatsApp, Instagram o Twitter. Están diseñadas para que sientas que están pasando cosas ahí y que tú necesitas estar pendiente porque si te quedas fuera te quedas fuera para siempre. Están creadas para que tengas miedo a quedarte atrás. Entras el metro y está todo el mundo pegado a su pantalla. Si eliminas al 32% de quienes están jugando al Candy Crush, que también está diseñado para ser adictivo, la mayor parte de la gente está en su Facebook, en su Instagram etc.
P. ¿Qué hay de malo en eso? Igual se están informando, leyendo, están aprendiendo cosas nuevas. ¿En qué punto pasa a ser eso un problema? R. Cuando no sabes hacer otra cosa. Yo estoy suscrita a una revista de papel, hace unos años me la leía del tirón, ahora la leo y estoy todo el rato deteniéndome para mirar cosas en el móvil. Y eso que hablamos de una revista de papel. Como estés leyendo online, olvídate. La gran mentira es que pensamos que somos adictos al contenido, a la información de fútbol, cocina, economía, tecnología... lo que sea. La realidad es que somos adictos a la aplicación.
P. Oficialmente no está reconocido ni demostrado que exista adicción a internet o a las aplicaciones. No se ha incluido en la 'biblia' de las adicciones, el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5) y, además, todo indica que quienes sufren casos de extrema dependencia de internet o de las 'apps' es porque es manifestación de trastornos ya existentes como ansiedad o depresión. ¿Estamos culpando a la tecnología cuando el problema lo tenemos nosotros?
R. Las estadísticas de los últimos años sobre depresión adolescente vinculada con el uso de redes sociales son contundentes, hay una relación altísima. Hay países como Reino Unido donde se ha creado un ministerio de la soledad. El mismo proceso de segmentación en el que tú prefieres encontrarte online con gente que solo comparte tus mismos gustos, que te valida como persona, genera que en cuanto sales de ese entorno y no hay gente que te valide todo el rato, te vas aislando cada vez más porque no te hacen sentir cómoda.
P. ¿No cree que eso le ocurre a una minoría de la población y que es por la existencia de problemas psicológicos previos que la tecnología solo amplifica?
R. No, no estoy de acuerdo. ¿Has estado últimamente en una fiesta de cumpleaños de adolescentes? Te encuentras con que están todos sentados mirando su móvil. Se lo están pasando guay, pero están todos con su móvil, algunos de ellos hablando con otros que tienen al lado, pero a través del móvil. Ellos identifican que se lo están pasando bien, pero no es lo mismo estar entretenido que estar comunicándote. Creo que ese tipo de relación social hará que no tengan los vínculos donde los necesitan, que es en su entorno, en su proximidad.
P. Nuestra capacidad de atención en el 2000 era de 12 segundos. Ahora es de ocho, menos que un pez de colores. ¿Es este el verdadero problema que ha traído internet?
R. Creo que es un síntoma. La clave de todo esto es que somos vulnerables a determinado tipo de estímulos y hay una industria que contrata a genios para explotar esa vulnerabilidad. Y ha pasado tan deprisa y ha sido tan guay que hemos sido incapaces de evaluar el daño que nos está haciendo. Todo esto nos ha hecho darnos cuenta que, uno, no somos multitarea y dos, y más importante, esta dependencia nos hace infelices. Lo que hemos aprendido de múltiples estudios psiquiátricos y psicológicos en la última década es que estar constantemente interactuando con un dispositivo, por mucha satisfacción que te genere a corto plazo, en realidad te produce una gran infelicidad. Te desconecta de la gente. Conduce a un estado de soledad, te aísla de las personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario