La masificación tiene un efecto menor sobre la arena, tan sólo una fenomenal agitación de cientos de criaturas en movimiento browniano y los gritos de sus padres, antes infrecuentes. En cambio, los alrededores se han convertido en un infierno.(...)
Si aparcamos las enseñanzas puramente técnicas (uso del ordenador y su parafernalia), ¿qué otras materias, áreas, disciplinas, contenidos o asignaturas deberíamos ofrecer a los estudiantes? ¿Alguien sabe qué grupo, clase o estrato debe progresar en este momento y hacia donde? ¿Cuál es el equivalente actual del burgués ilustrado o del campesino ochocentista que fueron capaces de progresar y construir un mundo nuevo? ¿Los inmigrantes, quizá? ¿Con sus respectivas religiones y su red eclesiástica incorporada? (....)
El sueño del progreso ya es sólo un titular de periódico, una frase de publicitario, la infame retórica de los profesionales de la política que conocen la imparable degradación porque llevan años viniendo a esta playa, pero que son impotentes para detener la barbarie. O quizá sus mejores cómplices. Así que cuando oiga usted la palabra "progreso" abróchese la chaqueta y agarre fuerte el billetero.
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