¿Todo se repite tan pronto?
Ya sé cómo son este hombre o esta mujer. Los he visto antes; sé sus métodos, de qué van
JAVIER MARÍAS 24 JUL 2015
(..)Hoy vuelve a jalearse la novela “social” o “comprometida”, por ejemplo, de la cual en España tuvimos hasta morirnos de aburrimiento.
(..)Hoy causa furor mundial el “filósofo” Zizek, al que no he leído ni oído más que trivialidades vehementes salidas de la máquina del tiempo, todas me recuerdan a mi más estúpida y pomposa juventud.
(..)Lo mismo en cine: la celebrada Ida, con su saco de premios, es la mera regresión a las producciones setenteras del Este que veíamos en cine-clubs.
(..)Pero lo más curioso es que esa sensación de déjà vu se experimente también con las personas. Uno ve a la mayoría de los políticos del PP y piensa: “A este individuo, más joven que yo, lo conozco perfectamente, sé cómo es, lo he visto antes, probablemente en el franquismo que hube de soportar hasta los veinticuatro años. ¿Cómo puede ser, si el sujeto en cuestión sería un niño o una niña, o acaso no había nacido, al final de la dictadura?”, se pregunta uno con perplejidad. Ve uno a Pablo Iglesias y a no pocos correligionarios suyos y lo asalta la misma sensación: “Yo he conocido a estos tipos en el pasado lejano; es más, milité junto a ellos, breve tiempo y a desgana –más que nada, por oponerme al franquismo–, en mi primerísima juventud. Dicen las mismas cosas y tienen las mismas actitudes que los prochinos de mi primer curso de Facultad, con algún tic de los trostkos y algún otro de los miembros del PCE más cerriles y stalinistas, ya anticuados entonces. ¿Cómo es eso, si ellos no vivieron aquellos tiempos?”
(..)Pero, una vez dejada atrás, resulta descorazonador y decepcionante ver cómo vuelve todo lo antiguo una y otra vez, como si la capacidad de inventiva se agotara pronto.
(..)Hoy vuelve a jalearse la novela “social” o “comprometida”, por ejemplo, de la cual en España tuvimos hasta morirnos de aburrimiento.
(..)Hoy causa furor mundial el “filósofo” Zizek, al que no he leído ni oído más que trivialidades vehementes salidas de la máquina del tiempo, todas me recuerdan a mi más estúpida y pomposa juventud.
(..)Lo mismo en cine: la celebrada Ida, con su saco de premios, es la mera regresión a las producciones setenteras del Este que veíamos en cine-clubs.
(..)Pero lo más curioso es que esa sensación de déjà vu se experimente también con las personas. Uno ve a la mayoría de los políticos del PP y piensa: “A este individuo, más joven que yo, lo conozco perfectamente, sé cómo es, lo he visto antes, probablemente en el franquismo que hube de soportar hasta los veinticuatro años. ¿Cómo puede ser, si el sujeto en cuestión sería un niño o una niña, o acaso no había nacido, al final de la dictadura?”, se pregunta uno con perplejidad. Ve uno a Pablo Iglesias y a no pocos correligionarios suyos y lo asalta la misma sensación: “Yo he conocido a estos tipos en el pasado lejano; es más, milité junto a ellos, breve tiempo y a desgana –más que nada, por oponerme al franquismo–, en mi primerísima juventud. Dicen las mismas cosas y tienen las mismas actitudes que los prochinos de mi primer curso de Facultad, con algún tic de los trostkos y algún otro de los miembros del PCE más cerriles y stalinistas, ya anticuados entonces. ¿Cómo es eso, si ellos no vivieron aquellos tiempos?”
(..)Pero, una vez dejada atrás, resulta descorazonador y decepcionante ver cómo vuelve todo lo antiguo una y otra vez, como si la capacidad de inventiva se agotara pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario