El mono Obeso
El sedentarismo: ¿una enfermedad carencial?
Conclusiones
Como consecuencia de las necesarias adaptaciones de nuestros ancestros a los periodos de abundancia y de escasez de alimentos y a los cambios en el tipo de alimentos, que sucedieron a lo largo de millones de años de evolución, hemos heredado una particular constitución genética, que incluye un grupo de genes programados para activarse por el ejercicio físico habitual.
Hace apenas unos cien años, con la revolución industrial, nuestras condiciones de vida cambiaron drásticamente y nos alejamos definitivamente de nuestro diseño evolutivo: comenzamos a ingerir una alimentación muy rica en calorías, hiperproteica, abundante en grasas saturadas y en hidratos de carbono de absorción rápida, de elevado índice glucémico. Además, el desarrollo de máquinas que facilitaban todas nuestras labores y de los vehículos que nos transportaban diariamente sin esfuerzo, redujo nuestro nivel de actividad física, dejó de costarnos esfuerzo conseguir nuestros alimentos.
En estas condiciones nuestros genes paleolíticos, al someterse a unas condiciones muy alejadas del diseño para el que se desarrollaron, se convirtieron en promotores de enfermedad.
Adelgazar: Como perder peso sin perder salud
Un blog interesantísimo despues de estas fiestas y para siempre.
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